jueves, 26 de julio de 2012

More than this 2.29


Salí del coche lanzándome a los brazos de Liam. Él me apretó con fuerza contra sí mismo. No decía nada, sólo acariciaba mi pelo dejándome llorar sobre su abrazo.

Louis apareció por detrás rodeándome con sus brazos también y besando mi mejilla.

-          Ya está pequeña, todo va a estar bien –me dijo.

-          Angela me ha dicho que está contigo, que te quiere y que todo saldrá bien –me dijo Liam separándose un poco de mí.- No ha podido venir porque sólo había tres plazas en el coche.

Busqué con mi mirada borrosa a causa de las lágrimas a aquella tercera persona. Sabía quién era. Entonces por fin encontré su mirada. Estaba parado a un par de metros frente a mí. Sonreí amargamente bajando mi mirada y pronto sus brazos cubrían por completo mi cuerpo.

Lloraba ahora más que antes y sabía por qué era. No solo echaba de menos a Zayn y pensar que había una pequeña posibilidad de que le echase mucho más de menos en unos días, sino que también había echado de menos esto, los abrazos de mi mejor amigo.

Me cobijé en su pecho dejando que las lágrimas saliesen de mis ojos. Me sentía protegida como siempre que estaba con Harry.

-          Él va a estar bien –dijo y yo levanté un segundo mi mirada.

Retiró unas cuantas lágrimas de mi cara y sonrió levemente.

-          Lo siento –dijo. Por primera vez lo sentía de verdad, sentía que esas son simples palabras eran sinceras.- ¿Por qué siempre eres tú la que me confunde para después abrirme los ojos? –solté una pequeña risa inevitablemente.

-          ¿Amigos como siempre? –sonrió ahora él.

-          Mejores amigos, ya lo sabes –le apreté contra mí mientras me volvía a esconder en su pecho.

Entramos por fin en el aeropuerto. Me separé un poco de mis amigos y me senté pesadamente sobre un asiento, Liam se colocó a mi lado en silencio. Era lo que necesitaba, apoyo, pero también poder estar calmada, sin nadie interrumpiendo mis pensamientos.

Pasaron unos minutos cuando Harry se acercó a nosotros. Levanté mi mirada encontrándola con la suya, tenía algo que decir.

-          Acaban de informar de que han abierto el avión por fin y van a ir saliendo los pasajeros lentamente –asentí intentando ocultar mi nerviosismo y mi miedo. Harry me tendió una mano para levantarme y caminar hacia la puerta a esperar.

Mis ojos estaban inundados en lágrimas pero evitaba soltarlas. La pequeña espera se me hizo eterna hasta que las puertas se abrieron. Primero sacaron a tres pasajeros en camillas, quienes estaban inconscientes. Intenté mirar por allí para ver si Zayn era uno de ellos. Con miedo me acerqué un poco pero no me dejaron ver nada así que tuve que esperar a que con la mayor suerte del mundo Zayn saliese por esa puerta.

Agarré todo el aire que pude mirando las caras a cada pasajero que salía. Me fijé en todos ellos, algunos lloraban, a otros se les notaba el miedo en sus rostros, otros salían aliviados por estar vivos y luego estaba él. Sí, era él. Zayn. Pasaba su brazo por encima del hombro de un hombre de unos cuarenta años mientras hablaba bastante tranquilo con él.

Una sonrisa se dibujó en mi cara y sentí que mi corazón explotaría. Varias lágrimas ahora de felicidad cayeron por mi rostro y corrí hacia él. Él me miró y sólo se quedó quieto sonriendo. Esa sonrisa que me causaba la mayor paz y el mayor placer del mundo.

Me tiré a sus brazos y le apreté contra mí pero entonces él se desestabilizó un poco agarrándome con una mano por la espalda y apoyando la otra en el hombre que había salido con él.

-          ¡Ay! –exclamó.

Me separé un poco para mirarle y bajó su mirada a sus pies. Uno de ellos, el izquierdo, lo llevaba vendado.

-          Tengo una fractura –abrí los ojos.

-          Lo siento cariño –le dije.

-          No te preocupes –dijo para acercarse a abrazarme ahora con más cuidado. Buscó mi mirada y acercó con cuidado sus labios a los míos.- Te quiero.

-     Te quiero -respondí para volver a besarle.Le ayudé a sentarse en uno de los asientos de la sala del aeropuerto y todos los demás nos acompañaron.

Estuvimos un rato mientras él nos explicaba lo que había pasado para luego volver por fin a la casa de Niall.

-          Me ha dicho el médico que iba en el vuelo que debo estar dos días en total reposo –me informó tumbado ya en la cama de la habitación.

-          ¿No deberíamos ir a un hospital a que te mirasen bien la fractura? –pregunté acariciando su cara sin dejar de mirar cada milímetro de su piel.

-          Según él no hace falta, en el avión tenían un buen servicio de urgencias y él parecía un buen médico. –Asentí.

-          ¿Te duele mucho? –pregunté haciendo una mueca.

-          Ahora menos –contestó buscando mis labios en los que una sonrisa acababa de aparecer.

-          Tuve miedo –le dije separándome un poco. Me abrazó y ocultó su cara en mi cuello, entre mi pelo. Él también lo había pasado mal, lo sabía.

-          Dije que nunca te dejaría –susurró y besó repetidas veces la fina piel situada debajo de mi oreja. Mi piel se erizó y él volvió a besar mis labios.

-          Duerme, necesitas descansar –le dije acariciando su pelo pero él hizo una mueca.

-          Te necesito a ti –presionó sus labios suaves sobre los míos.

Abrí mis ojos por la molesta luz que entraba por la ventana. Era una luz muy clara debido al reflejo que causaba el sol sobre la nieve. Miré a mi lado y Zayn seguía durmiendo así que me levanté a correr la cortina para que pudiese seguir descansando.

Me metí en la ducha y cuando salí seguía durmiendo como una marmota. Sonreí al verle y bajé a preparar algo de comer ya que era la una y media, aunque no se despertaría aún.

-          ¿Qué tal está? –me preguntó Louis que estaba en la cocina.

-          Durmiendo tranquilo –le dije y sonrió.

-          ¿No va a bajar al hospital?

-          No quiere, posiblemente baje yo para comprar algún calmante o algo –dije.

-          ¿En taxi? –me encogí de hombros.

-          Volando –se rió.

-          Voy contigo a ver si te nos pierdes –dijo divertido.

-          Louis, me llevan –le contesté.

-          Da igual, así salgo un poco –me reí.

Llamamos a un taxi y en apenas un cuarto de hora había llegado a la casa. Entré en la farmacia y me relajé al ver que el hombre entendía bastante. Compré unas pastillas que me recomendó y una crema para cuando el tobillo estuviese en mejor estado.

Volvimos a casa y preparé algo de comer, debía estar hambriento y no podría bajar al salón.

Cuando volví a la habitación aún dormía como si no lo hubiese hecho en siglos así que dejé la comida en la mesilla y bajé sigilosamente para no despertarle.

Me dirigí a la cocina a por algo de comida para mí.

-          ¿Amigos? –era la voz de Louis. Retrocedí un poco y entorné la puerta para escuchar.

-          Ajá –asintió mi amigo.

-          ¿No harás nada?

-          No sé qué quieres que haga –contestaba él.

-          Creí que te gustaba.

-          Me gusta, pero la quiero más como amigo.

-          Así que ¿nada?

-          Exacto –concluyó.

-          Pero la has mentido entonces –replicó Louis.

-          Tío, estás pesado.

Escuché como unos pasos se acercaban hacia la puerta y me aparté un poco. Dejé que abriesen y sonreí al ver que Harry salía, me devolvió la sonrisa y se hizo a un lado para dejarme pasar. A continuación salió Louis intentando seguir interrogando a mi amigo. Suspiré dejando caer mi peso contra la encimera.



domingo, 22 de julio de 2012

More than this 2.28


La nieve inundaba el parabrisas del coche. Cada dos segundos las finas barras de plástico la retiraban pero en menos de un segundo ya se encontraba cubierto por una capa blanca que interrumpía nuestra vista en la carretera.

-          Chicos esto se está poniendo feo –dijo el tío de Niall, quien nos llevaba al aeropuerto.
-          No pasa nada, ve más despacio, salimos con tiempo –contestó Niall. Su tío disminuyó la velocidad del coche. Lo peor no era la nieve si no el viento y aún nos faltaban unos quince minutos de trayecto.

Pronto una fila de coches se podía ver cada vez más cerca, tráfico. Resoplé hundiéndome en el asiento y Niall se rió un poco.

-          Tranquila, aunque lleguemos tarde no se va a ir de allí, no puede –me intentó tranquilizar él. Llevábamos unos veinte minutos casi sin movernos, eran ya las 23.55 y yo comenzaba a desesperarme. El tío de Niall decidió poner la radio para ver si decían algo sobre la tormenta.

Sonaba una canción, luego otra y después otra. Sonó una pequeña melodía que daba la entrada a las noticias de aquel canal de radio.

Creemos que la tormenta ya está pasando, en Dublín calculamos que queden unos cinco minutos de este fuerte viento y de esta nieve pesada. En la zona norte la nieve seguirá cayendo por un tiempo más alargado mientras que en la zona sur los cielos ya se están despejando. Recuerden abrigarse y por supuesto mucho cuidado en las carreteras.

‘Pasamos ahora con el tráfico. Las carreteras de salida del centro hacia la zona norte están cortadas momentáneamente para prevenir accidentes de trágico ya que el aire sigue soplando con fuerza y, como bien ha dicho mi compañero, la nieve seguirá cayendo durante un tiempo más alargado. Sin embargo las carreteras hacia la zona sur siguen todas a su disposición. ¿Qué está pasando en el centro Tracy?

‘Estamos en pleno centro donde la tormenta parece disolverse sobre nosotros, Jay. Las carreteras de entrada están colapsadas a causa de la nieve y el tráfico se ve casi parado pero esto ya está terminando, en unos minutos las carreteras funcionarán con normalidad.

‘Esa es una noticia genial Tracy, pasemos ahora con una noticia bastante alejada de ésta. Última información allegada, por favor Paul.

‘Gracias Jay, nos encontramos en el aeropuerto de Dublín. Acabamos de presenciar como el vuelo 118 con salida desde Londres ha tenido problemas en su aterrizaje.

Mis ojos se abrieron y mi corazón se encogió. Él iba en ese vuelo.

‘Al parecer una ráfaga de viento más fuerte de lo que el piloto creía empujó al avión en pleno aterrizaje haciendo que un ala de éste, la derecha, se quebrase. El avión se inestabilizó durante unos segundos, los necesarios para que el motor derecho golpease contra el suelo produciendo un duro accidente aéreo ya en tierra.

Una presión  empujaba mi pecho quitándome cualquier fuerza para articular una sola palabra. Esperaba impaciente que siguiese hablando, que diese noticias sobre cualquier cosa del accidente.

Por ahora no estamos informados sobre la cantidad de heridos, si los hay graves e incluso si hay algún fallecido. Seguiremos informando.

-          No –susurré mientras mis ojos se inundaban lentamente en lágrimas. Niall se acercó para abrazarme. Colocó mi cabeza entre su cuello y hombro y la apretó contra sí mismo.

Mis ojos comenzaron a desbordar en lágrimas. En mi cerebro la palabra ‘no’ se repetía una y otra vez, sin causa ni fin pero lo más extraño es que mi respiración era normal. Mi cerebro no procesaba esa información, no podía, era demasiado.

Escuché la voz del tío de Niall llamando a alguien e informando de lo que ocurría. Las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas hasta parar en la sudadera de Niall, él se limitaba a mantenerme ahí protegida entre sus brazos.

Tenía que verle, tenía que estar bien, sano y a salvo. Necesitaba eso, le necesitaba a él. Su mirada fija en la mía produciéndome todo tipo de sensaciones. Sus labios, su abrazo, sus besos, sus caricias.

Mi cuerpo comenzó a temblar un poco.

El coche comenzó a andar y yo me incorporé un poco deshaciéndome del abrazo de Niall. Él me miró para luego mirar al frente. Aparté las lágrimas de mi cara y me recompuse un poco, tenía que ser fuerte, aún no había nada dicho.

Pasaron diez minutos y por fin llegamos al aeropuerto pero no salimos del coche aún, no sabía por qué pero así nos lo indicó el tío de Niall.

Últimas noticias sobre el vuelo 118.

Escuché en la radio. Mi cuerpo se tensó y la presión se hizo más fuerte.

Estamos teniendo algunos problemas de comunicación con el interior del avión. Cualquier movimiento brusco que se haga puede causar una explosión en este así que es mejor manipular las puertas de salida lentamente. El choque del motor a ocasionado una pérdida de contacto casi total con el interior del avión por lo que las noticias sobre los pasajeros y el personal es muy escasa. Por ahora sólo sabemos que no hay ningún fallecido pero sí algunas personas inconscientes y un par de ellas en grave peligro por lo que tomaremos el control lo más rápido posible. Esperamos informarles pronto.

Se me había olvidado respirar. No era lo que yo esperaba, esperaba un simple: ‘no hay de qué preocuparse oyentes, todo está en orden’, pero no, no había sido así. Cerré mis ojos conteniendo unas cuantas lágrimas.
Miles de preguntas retumbaban en mi cabeza y cada segundo que pasaba parecía ser un año entero.

Estuvimos en el coche durante mucho tiempo, al menos a mi parecer. A penas se escuchaban palabras dentro. El tío de Niall salió fuera a llamar.

-          No te preocupes –me dijo Niall.- Ya has oído que no hay ningún fallecido y Zayn es listo, sabría qué hacer.

-          Sí Niall pero ¿y si ha perdido la consciencia? O ¿y sí es de los que está en riesgo? No se trata de que sea listo, le ha podido pasar cualquier cosa –dije dejando salir un par de lágrimas.

-          El estará bien, ya verás –dijo él acogiéndome en un cálido abrazo.

Suspiré intentando calmarme. Su tío abrió la puerta y entró en el coche frotando sus manos.

-          He hablado con tu tía y con los chicos –dijo dirigiéndose a Niall.

-          ¿Y bien?

-          Están a diez minutos de aquí, llegarán en nada –dijo.

-          ¿Qué? –pregunté.

-          Sí, cuando se enteraron de lo que pasó quisieron venir –me explicó Niall.- Así que salieron con mi tía de allí y como las carreteras ahora están abiertas y ha dejado de nevar tanto estarán aquí pronto.

Volví a suspirar cerrando mis ojos ahora.

Nos acaba de llegar algo más de información sobre el pequeño accidente del vuelo 118 en el aeropuerto de Dublín. Al parecer hay dos personas en una situación muy delicada. Una mujer embarazada de siete meses está teniendo fuertes contracciones dentro del avión debido al zarandeo de éste, agradecemos que haya un médico a bordo. Por otro lado un chico joven está corriendo un gran riesgo, no sabemos nada acerca de su identificación ya que no está consciente y viajaba solo. Por ahora, esto es todo.

Sentí que mi mundo se caía con esas palabras. ‘Un chico joven está corriendo un gran riesgo, no sabemos nada acerca de su identificación ya que no está consciente y viajaba solo’ Las lágrimas volvieron a desbordar de mis ojos.

Había una posibilidad, una bastante grande posibilidad de que ese fuera él. El avión era pequeño así que no habría mucha gente en él y poca gente dejaría viajar sólo a su hijo menor de edad.

¿Qué pasaba si era él? ¿Qué iba a hacer sin él? Otra vez perder a alguien no, no podía ser. Mi respiración era totalmente irregular. El miedo se había apoderado de mí haciendo que todo esto me resultase una completa pesadilla.




jueves, 19 de julio de 2012

More than this 2.27


-          ¿Qué tal has dormido? –me preguntó Liam al comienzo de las escaleras. Arrugué mi nariz y él frunció el ceño seguidamente.- ¿Ha pasado… -paró de hablar al ver a Harry tirado en el sofá de la planta baja. Revoleé mis ojos y me dirigí a la cocina.

Preparé un par de tazas de café para Liam y para mí, los demás tardarían en bajar por la resaca. Entonces Liam entró acompañado de Harry a la cocina.

-          Estúpido –susurré en español soltando parte de mi rabia.

-          ¿Hay café? –preguntó pasando por mi lado y agarrando una taza. No le contesté.- Te estoy hablando. Agarré mi taza y salí de la sala dirigiéndome al salón. Después de unos minutos mi paz se vio interrumpida.

-          ¿Qué ha sido eso? –miré hacia la dirección de la voz. ‘Estúpido’ me repetí para mí misma. Miré hacia la pantalla ignorándole.- ¿Estás sorda?

-          ¿Estás gilipollas? –me miró confuso.- Paso de tus tonterías –le dije levantándome. Se acercó a mí y apoyó su mano sobre mi brazo. ‘Otra vez no por dios’ pensé.

-          Vas a explicarme que te pasa –me exigió. Sus ojos se clavaron en los míos.

-          ¿Me besas y tengo que explicarte yo lo que pasa? Estás de broma ¿verdad? –giró un poco su cabeza.

-          ¿Qué? –preguntó. Me deshice de su agarre y salí de allí a toda prisa. Subí al cuarto que compartía con Kat, quien ni siquiera se encontraba allí y cogí mi móvil, eran las doce y media aún. Tenía un nuevo mensaje de hacía un par de horas. Sonreí al ver su nombre.

Mi amor el vuelo es esta noche a las 22.25, llegaré a Dublín a las 23.45 si no se retrasa. Allí estaré a la 01.00 más o menos. No me esperes despierta. Te quiero.

Pulsé el botón de responder, estaba ansiosa porque llegase ya.

Iré al aeropuerto a buscarte, estaré allí pronto para recoger tus maletas. ¿Estás con Emma? Te quiero.

Suspiré y salí de la habitación rumbo al baño para darme una ducha. Tardé al menos media hora, después me dirigí al cuarto otra vez y me puse algo cómodo ya que no saldríamos. Unos vaqueros y una sudadera con mis convers habituales.

Volví al cuarto y me tumbé a leer un rato. Como siempre, el tiempo se me pasó volando y cuando me quise dar cuenta eran las dos de la tarde. Me incorporé sobre la cama y respiré hondo antes de bajar al salón. Louis, Angela y Kat ya estaban allí, sólo faltaba Niall que seguramente se negaría rotundamente a levantarse.

Entré a la cocina ignorando el barullo de voces que se formaba en el salón. Estaba Liam allí mirando hacia la nevera.

-          ¿Qué haces? –pregunté sentándome en la encimera.

-          ¿Me ayudas con la comida? –dijo mientras miraba el contenido de una caja.

-          Claro, ¿qué preparamos? –dije acercándome a la nevera. Me enseñó un paquete medio abierto, eran unos filetes.

-          Podemos hacer esto y unas patatas fritas, no creo que tengan mucha hambre –dijo y me reí.

Nos pusimos a ello. Como no éramos ninguno grandes cocineros tardamos bastante, más de lo que habíamos imaginado. Ni siquiera a las tres habíamos terminado, después de una tanda de patatas quemadas y un filete para nada comestible conseguimos cogerle el truco y por fin a las cuatro menos diez teníamos la comida hecha.

Llevamos la comida al comedor donde la gente esperaba impaciente para comer, incluido ya Niall.

Se podía notar tensión en el ambiente entre todos nosotros excepto en Liam y Angela.  Había pequeñas miradas entre Kat y Niall, Louis estaba como perdido y claro, luego estábamos Harry y yo.

Terminamos de comer, recogimos rápido lo poco que habíamos ensuciado y algunos se volvieron a dormir. Esta vez Kat lo hizo en nuestra habitación. Yo subí a por mi móvil y bajé al salón esperando estar sola, pero mi mala suerte volvía a aparecer. Harry estaba encendiendo la chimenea.

Se giró a verme cuando aparecí por allí, quise irme pero rectifiqué, no iba a ser yo quien huyese. Me tiré sobre el sofá tecleando sobre mi móvil.

Un nuevo mensaje:
No vas a ir hasta el aeropuerto para luego volver, yo estaré bien, cuando salga hacia Mullingar te llamo ¿vale? Sí, está aquí, te echa de menos. Zayn.

Sonreí hacia la pantalla y abrí una conversación en whatsapp.

Voy a ir Zayn, deberías saberlo ya.
Vas a gastar dinero a lo tonto.
Debería venir Niall también, ninguno sabemos el camino.
¿Puedes dejar de ignorar lo que te digo?
Puedo, pero no quiero. 
Por cierto, ¿qué tal está la niña? Abrígala que hace frío.
Tranquila, hago bien mi trabajo de ‘padre’

Levanté mi mirada del móvil al ver cómo Harry se sentaba a mi lado. Miraba fijo la televisión.

-          No lo recuerdo –dijo. Giró su cabeza para mirarme.

-          Pues lo hiciste.

-          Lo siento –dijo dudoso. Sonreí sarcástica.- ¿Se lo has contado? –dijo mirando hacia mi móvil. Negué con la cabeza.- ¿Por qué?

-          Deberías ser tú quien lo hiciera ya que se supone que sois amigos. No pienses que te seguí Harry, no dudé un solo segundo, y por supuesto no pienses que lo volverás a hacer, anoche fue un tortazo, la próxima dejaré tu ojo morado –le aclaré enfadada. Estaba por levantarme.

-          Pero ____ -dijo haciendo que me sentase.- ¿Por qué lo hice? –fruncí el ceño.

-          ¿Debería saberlo?

-          Sí. Tú me besaste, si no recuerdo mal te dije que me confundiste y que estabas jugando. ¿Qué pasa si juego yo?

-          Así que sí sabías lo que hacías.

-          No –negó rotundamente.- No lo sabía, no lo hubiese hecho consciente pero ¿qué pasaría si lo hubiese hecho bien, sin haber estado bebido, sabiendo cómo hacerlo? –no me miraba.

-          Nada –contesté incrédula.

-          ¿Segura? –preguntó.

-          Por supuesto –contesté ahora tranquila. Llené mis pulmones de aire- ¿Sabes qué? Te molesta algo de todo esto, estás celoso de Zayn pero no de la manera que creía, ni de la que tú puedes creer. Tú no me quieres Harry, no de esa forma, sólo te molesta que pase más tiempo con él porque antes no me separaba de ti y estás celoso de que busque cobijo en él ahora. –Me miraba fijo pero tras un segundo retiró su mirada de la mía.

Un silencio invadió la sala. Sólo quería que la confianza con la que había dicho eso estuviese en mí, que de verdad fuese así y que él se diese cuenta de ello. Quería poder hablar con él como antes, poder abrazarle sin sentirme incómoda, poder besar a mi novio sin miedo de que mi mejor amigo se sintiese dolido o poder estar con mi mejor amigo sin miedo de que mi novio se sintiese traicionado. Eso es lo que quería.


lunes, 16 de julio de 2012

More than this 2.26


Decidimos pasar un día tranquilos en la casa acomodándonos un poco. Los tíos de Niall, que habían estado el fin de semana pasado, nos dejaron unas pizzas en el congelador así que eso nos serviría para calmar el hambre que se apoderaría de nosotros en unas horas ya que ya habíamos comido en el aeropuerto.

La casa era muy grande, según Niall en Irlanda era todo más barato por lo que esa casa costaría como la que yo tenía en Londres. A parte de las cuatro habitaciones dobles tenía dos baños dentro de las habitaciones con camas de matrimonio, un baño grande y un aseo. La cocina era realmente bonita, con un estilo antiguo pero a la vez moderna y el salón era increíblemente grande. En él se encontraba una pantalla de proyector con unos sofás, una chimenea, una gran mesa de madera maciza y un reproductor de música, y aún así quedaba bastante espacio en la sala. El jardín estaba completamente nevado así que no podía observarlo en profundidad pero parecía un terreno para otra casa más.

-          ¿Qué os parece día de películas? Según mi abuela va a nevar con fuerza esta tarde-noche por el color del cielo –nos explicó el anfitrión.

-          Por mi genial –dije.

-          ¡De miedo! –gritó Louis y Liam puso sus ojos en blanco.

-          ¿Por qué no comedias? –dijo Harry evitando a toda costa las películas de miedo.

-          Yo también prefiero que no sean de miedo –le apoyó Angela.

Finalmente se puso como primera opción del maratón una comedia romántica. Apoyé mi cabeza en el reposabrazos y dejé mis piernas a merced de Louis aunque a media película me tuve que sentar ya que no se estaba quieto.

Cuando la película acabó se encontraba la sala casi a oscuras. Serían las nueve. Decidieron preparar ya las pizzas y yo aproveché para subir a llamar a mi padre ya que se me había olvidado hacerlo.

Entorné la puerta de mi temporal habitación y me senté en la cama esperando a que los tonos fueran sustituidos por la voz de mi padre, pero después de tres intentos me rendí y decidí mandarle un mensaje para después bajar con mis amigos.

Desgraciadamente para mí los únicos sitios que había libres estaban juntos y sólo faltábamos Harry yo por sentarnos. Miré hacia esa gran pantalla en la que se reflejaba una película de acción. Comí algo de pizza y poco después me quedé dormida ya que la película ya la había visto.

Desperté por una carcajada. Miré a la pantalla aclarando mi vista y me di cuenta que la película que ahora estaba puesta era de terror.

Yo me encontraba tumbada con mi cabeza sobre alguien y mi cuerpo cubierto por una manta. Miré a mi alrededor, Liam, Angela y Kat ya no estaban. Louis y Niall eran los que me habían despertado con su risa y Harry se encontraba sentado con las piernas sobre la mesa y mi cabeza sobre él.

No me quería mover, no sabía muy bien la razón pero no quería que él supiese que estaba despierta. Entonces los créditos de la película aparecieron. Niall y Louis se levantaron. Vi que Harry hacía un gesto con su brazo y Louis vino hacia mí, me alzó al aire y me subió a la habitación.

Por la mañana fuimos a hacer la compra en lo que tardamos demasiado ya que las calles estaban repletas de nieve. No se podía hacer nada así que volvimos a casa y nos pusimos a hacer la comida, eran ya las tres de la tarde. Finalmente comimos y vimos un rato la televisión. Nos recomendaron que hasta el domingo al menos no saliésemos ya que se avisaba alarma de fuertes nieves durante todo el fin de semana.

Nos divertimos con música alta y algunos juegos que Louis se inventaba. Ideamos algunas bromas y las pusimos en práctica durante toda la tarde.  Por la noche, ya que era sábado, Niall sacó unas botellas de alcohol que tenía guardadas en la casa. Yo decidí no beber demasiado así que después de un rato paré, no me apetecía pero los demás por el contrario siguieron.

-          ¿Te apetece que hablemos un rato? –me preguntó Liam mientras los demás se ponían hasta arriba de chupitos. Asentí y salimos a una terraza que había en el piso de arriba con un par de mantas y nos sentamos allí con abrigo, bufanda y gorro incluido.

Hablábamos de cualquier cosa como siempre hacíamos incluyendo risas y estupideces sobre todo por mi parte ya que algo de alcohol me afectaba. Por supuesto me preguntó sobre Zayn, yo sabía que Angela se lo había contado ya pero lo querría saber de primera mano, una tontería que siempre hacía Liam. Al menos nos tiramos dos horas allí fuera y a pesar de que no sentía una sola parte de mis extremidades estaba a gusto.
Decidimos entrar ya que eran las dos de la madrugada y posiblemente alguno ya se habría ido a la cama. Y exactamente, cuando llegamos al salón Kat y Niall no estaban.

-          Louis deja eso –le regañé al ver que estaba jugando con una figura de decoración. Él se rió y lo dejó en la mesa, yo lo coloqué en su lugar y le obligué a ir a la cama, iba muy bebido.

-          Deberíamos ir todos a dormir –dijo Liam cediendo su mano a Angela que estaba tumbada sobre el sofá. Me reí y me acerqué a la mesa a recoger algunas cosas que habían dejado allí.

Volví de la cocina a recoger alguna cosa más y me crucé a Liam quien llevaba a rastras a su novia hacia la habitación. Cogí un par de botellas más y volví a la cocina a dejarlas.

-          Creí que ya se habían ido todos –dijo Harry en la puerta de la sala.

-          Apestas a alcohol –le dije riendo.

-          No bebí tanto –dijo y yo salí, esquivándole, hacia el salón otra vez.- ¿Por qué paraste de beber? –preguntó.

-          No me apetecía –le dije agarrando la botella medio llena que quedaba.

-          Seguro –susurró, le ignoré.- ¿Ahora te apetece? –me preguntó quitando la botella de mis manos. Se sentó en el sofá y dio un par de golpes a su lado para que le imitase. Me acerqué a él y en su cara se dibujó una sonrisa, entonces agarré la botella y él la soltó. Me giré y comencé a andar hacia la cocina pero una mano me sujetó la muñeca.

-          Harry es tarde y has bebido, deberías dormir o mañana no saldrás de la cama –él me miró fijo en silencio durante un par de segundos y tragó sonoramente.

-          ¿Sabes a lo que hemos jugado? –me preguntó ignorando todo lo que le había dicho. Me reí por dentro.

-          ¿A qué? –pregunté ahora yo y él resbaló sus dedos de mi muñeca hacia mi mano y tiró un poco hacia el salón. Revoleé mis ojos y cedí.

-          Yo nunca –dijo sonriente.

-          Yo nunca –repetí. Claro, ¿a qué iba a ser?

-          Empieza –me dijo preparando la botella al lado de su boca.

-          Harry ahora no me apetece jugar a esto –le dije.

-          Entonces empiezo yo, te aviso que vas a tener que beber –comenzó decidido. Suspiré.- Yo nunca he engañado a mi novio.

¿Acababa de decir lo que yo había oído? Una oleada de furia recorrió mi cuerpo y mi mano se levantó para chocar fuertemente contra su mejilla. Elevó su mano para apoyarla sobre su zona golpeada sin mirarme. Me giré enfadada pero otra vez su mano envolvió mi muñeca haciéndome parar y girarme ante él. Intenté poner resistencia pero no sirvió de nada. Su brazo se apoyó en mi cintura ejerciendo fuerza para juntarme contra él y me besó.

 Sus labios ejercían presión sobre los míos. Me separé de él pero él buscó otra vez mi boca hasta que la encontró consiguiendo ahora alargar el beso unos segundos. Le pegué en el pecho hasta que conseguí separarle de mí.

-          Te odio –le dije saliendo de allí y me metí en el baño. Eché un poco de agua en mi cara para tranquilizarme. ‘Tú no has hecho nada’ me repetía. Una parte de mí se sentía culpable por lo que había pasado.

Conseguí dormirme al fin.


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<3



viernes, 13 de julio de 2012

More than this 2.25


-          ¿Estás lista? –asentí y salimos de casa envueltas en veinte capas de ropa para contrarrestar el frío que hacía fuera.

Nos dirigimos a la parada del autobús y en una media hora llegamos al centro. Recorrimos tiendas y más tiendas. Por fin entramos a una de sus esperadas tiendas de lencería.

Después de un rato por la tienda cogiendo unos cuantos modelitos y riéndonos de otros muchos entramos a los probadores.

Finalmente decidiéndonos por unos cuantos salimos de la tienda y fuimos a comer algo para después volver. Primero fuimos a su casa y la ayudé a hacer su maleta y después fuimos a la mía e hizo lo mismo.

Eran las siete de la tarde cuando Zayn apareció en mi cuarto. Se rió ante nuestra situación ya que estábamos con miles de prendas tiradas por todos lados y nosotras discutíamos sobre qué era mejor llevarse por si salíamos algún día.

Me acerqué a él y le di un corto beso.

-          ¿Podemos hablar?

-          Sí claro. Ahora venimos –me dirigí a Angela en ésta última frase. Salimos del cuarto al pasillo cerrando la puerta.- ¿Qué pasa?

-          No puedo ir mañana a Irlanda. –fruncí el ceño esperando que me lo explicara.- Tengo que cuidar de Emma hasta el domingo que vienen a por ella.

-          Pero son sólo tres días, ¿no puede cuidarla tú madre? O se lo puedo decir a mi padre –dije esperanzada.

-          No –dijo acariciando mi mejilla.- Quiero ir pero debo cuidarla, no puedo decir que no. ¿Lo entiendes? –preguntó.

-          Supongo –contesté mostrando la mejor sonrisa que era capaz de mostrar en ese momento. Se acercó a mí y me abrazó.

-          Te voy a echar de menos –susurró entre mi pelo.

-          ¡Espera! –dije separándome.- Puedes cambiar el vuelo de mañana por uno para el domingo cuando ella se vaya, o quizás para el lunes –dije.

-          ¿Eso se puede hacer? –preguntó dudoso.

-          Mira –dije tirando de él hacia la habitación. Entré en el ordenador y conseguí lo que quería. Pasaría ese primer fin de semana sin él pero al menos iría el lunes.

Él se fue ya que tenía que ir a Bradford a por la niña y al día siguiente pasaría por casa a despedirme. Expliqué a Angela lo que pasaba inventando una historia que se acomodaba levemente a la realidad.

El día siguiente llegó pronto, demasiado y yo me desperté algo tarde. Me duché a toda prisa, desayuné y preparé todo lo que me faltaba ya que el vuelo salía en unas horas.

Alguien llamó a la puerta, Zayn supuse y bajé a toda prisa las escaleras. Abrí la puerta y ahí estaba él con su bonita sonrisa y un bebé de más o menos un año colgado en su pecho. Sonreí inevitablemente ante esa imagen.

-          Hola preciosa –me dijo acercándose a besarme con cuidado.

Sacó al bebé del pequeño asiento de tela que llevaba para ella y dudó un segundo sobre dónde colocarla. Yo me acerqué y la cogí entre mis brazos. Era preciosa. Con unos increíbles ojos azules y una bonita piel blanca. Sonreí más aún. Estaba envuelta en un montón de ropa y un pequeño gorro de lana cubría su cabeza.

La llevé entre mis brazos al salón para acomodarla mientras Zayn se quitaba el pequeño soporte para la niña y el abrigo.

La senté sobre mí y quité el gran abrigo que llevaba en comparación a su cuerpecito. Después la quité el jersey ya que en casa hacía bastante calor y por último el gorro de lana. Ella alzó una pequeñísima mano a mi cara y yo me acerqué a ella para que consiguiese tocarme, entonces una risita salió de su boca.

-          Ahora entiendo por qué la prefieres a ella –me reí. Zayn se sentó a mi lado con una sonrisa y besó mi mejilla.

-          Os prefiero a las dos –le miré para darle un corto beso en los labios. Cogió a la niña de mi regazo y la sentó apoyando su minúscula espalda contra su tripa.

-          Oye, tú la vas a tener un fin de semana completo –me quejé y él se rió un poco.

-          Odia llevar zapatos –dijo mientras le desabrochaba uno con cuidado.- Saca otro par de calcetines de la bolsa anda, no quiero que se resfríe.

Me levanté y miré alrededor divisando una bolsa de tela morada encima de la mesa del comedor. Me acerqué y rebusqué en ella hasta dar con los minúsculos calcetines. Volví y se los coloqué con cuidado.

Pasamos un par de horas geniales con la niña. Siempre me han encantado los niños pequeños y ésta era tan adorable que se me llegaba a caer la baba.

Era ya la hora de irme. Zayn se fue y monté en el coche con mi padre para ir a buscar a Liam, Louis y Angela que vendrían al aeropuerto con nosotros.

Cuando llegamos todos estábamos emocionados. Facturamos las maletas y por fin subimos al avión después de despedirnos de la gente. Al final Kat había venido por Harry supuse pero no había estado muy comunicada con él últimamente así que no tenía ni idea de lo que había pasado.

Me senté sola en el avión por decisión propia. Me apetecía relajarme un poco ya que la semana próxima sería toda una locura. Enchufé los cascos a mi música y me acomodé en el asiento cuando los cinturones ya se podían quitar. El viaje era corto así que pronto habíamos llegado.

Desembarcamos y Niall pidió un par de taxis indicándoles el lugar donde debían llevarnos ya que habíamos aterrizado en Dublín. Tardaríamos una hora más en coche hasta llegar allí. Por fin llegamos. Todo el pueblo estaba cubierto de una espesa capa de nieve pero aún así se veían las montañas de un verde intenso. Era increíble.

Entramos en su casa. Tenía cuatro habitaciones, todas dobles. Liam y Angela dormirían juntos. Louis y Harry habían decidido tener una habitación para ellos y según mis planes yo tendría otra con Zayn pero ¿Niall y Kat?

Finalmente tuve que aceptar que hasta que Zayn viniese, Kat dormiría en mi habitación y luego ya verían.

Cada uno se dirigió a su habitación, la mía en ese momento se componía de dos camas mientras que la de Niall era de una doble que seguramente ocuparíamos Zayn y yo los siguientes días. Deshice un poco mi maleta sin sacar toda la ropa. Un par de pantalones, algunas camisetas y sudaderas y unos zapatos.

-          Oye, siento que tengas que compartir habitación conmigo, en cuanto Zayn venga yo me esfumo –se disculpó Kat.

-          Tranquila no me importa, en serio –la aclaré.

-          Tengo una pregunta –me dijo.- Bueno, el día de Nochevieja supongo que sabrás que estuve con Harry.

-          Sí, me lo suponía aunque no he hablado con él. Por cierto, respecto a eso, creí que te gustaba Niall.

-          Ya, bueno, verás es que él es tan tímido como yo pero entonces ese día Harry parecía muy seguro en querer algo conmigo y no sé, es guapo –dijo sin darle mayor importancia.- En realidad ahora sé que la he jodido con Niall y me da rabia porque realmente él me gusta.

-          ¿Pretendes que le diga que salga contigo? –dije girándome a mirarla con un par de camisetas en mis manos y por supuesto una expresión nada agradable en mi cara.

-          No, pretendo que sepas que yo no voy detrás de Harry, no sé si fue eso lo que enfrió vuestra relación pero me da pena que haya sido así porque erais grandes amigos.

-          ¿Por qué iba eso a enfriar nuestra amistad? –pregunté algo intrigada.

-          Hay algo entre vosotros.

-          No es cierto –dije.

-          Al menos si los hay por su parte. Quizás… -unos toques en la puerta la hicieron parar de hablar.

-          ¿Estáis visibles chicas? –era Louis.

-          Pasa –contesté. El abrió la puerta y se sacudió el pelo haciendo el idiota.

-          ¿Bajáis o qué? Estamos viendo que vamos a hacer hoy.


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Gracias por leer cariños, intentaré subir más seguido <3 

lunes, 9 de julio de 2012

More Than This 2.24


Saboreé su boca al completo, su lengua jugaba con la mía deseosa.

Su mano subió hasta uno de mis pechos acariciándolo y sus besos se desviaron de mi boca para bajar calientes por mi cuello. Segundos después sus labios se posicionaron sobre mi pecho haciendo que mi excitación aumentase más aún. Después pasó a mi otro pecho mientras su mano separaba con cuidado mis piernas para acariciarme.

Apoyé mi mano en su cabeza para indicarle que me besase en la boca. Levantó la mirada para encontrarla con la mía y presionó sus labios con los míos.

Volví a encontrar su lengua entre mis jadeos. Sentí como una pequeña oleada de placer recorría mi cuerpo y un gemido salió de mi garganta parando directo en su boca. Una breve sonrisa apareció en sus labios aún sobre los míos.

Se separó un segundo para deshacerse de las dos prendas que nos sobraban y abrió el cajón de la mesilla sacando una caja de preservativos.

-          ¿Cómo es que tu casa estaba sola hoy? –pregunté agitada.

-          Mi madre y hermana fueron con la familia de aquí.

-          ¿Desde cuándo lo sabías? –pregunté mientras él se colocaba un preservativo.

-          Esta tarde –contestó volviendo a tumbarse sobre mí.

Juntó otra vez nuestros labios dejándome saborear su boca con casi desesperación.

-          Pensé que lo habrías organizado –dije simulando decepción. Me miró a los ojos.

-          No sabes las ganas que tenía de volver a estar contigo así, juntos, sin nada que nos moleste, solos tú y yo.

Sonreí y acaricié su mejilla para después juntar nuestros labios en un dulce y suave beso que poco a poco se convirtió en uno lleno de deseo y pasión.

Separó un poco más mis piernas con sus manos para introducirse en mí despacio. La velocidad de sus besos disminuyó mientras esperaba a que mi cuerpo se acostumbrase y así no hacerme daño.

Abracé con mis piernas su cintura sintiéndole más profundo mientras un suspiro escapaba de mis labios. Él comenzó a mover sus caderas dentro de mí con lentitud.

-          Zayn… -gemí sobre sus labios sintiendo como poco a poco me llevaba al clímax. Él mordisqueó mis labios suavemente.

Sentía como cada segundo que pasaba el alcohol desaparecía de mí por completo y eso me gustaba, recordaría esto mucho mejor, con más claridad, con más exactitud.

Sus labios se encontraban a milímetros de los míos y su respiración agitada se enredaba con la mía. Él comenzó a aumentar el ritmo y yo no pude retener un gemido. Bajó a besar mi cuello pellizcando mi piel en su camino.

Después de unos minutos de inmenso placer Zayn estiró su brazo por encima de mi cabeza y se agarró a la cama para aumentar la fuerza de sus embestidas. Su nombre salió de mi boca cuando me corrí y su velocidad se calmó entonces.

Bajó su mirada a mí y besó mis labios con ternura. Yo los recibí acariciando su cara.

Respiraba trabajosamente aún cuando él volvió a acelerar el ritmo buscando su fin. Cuando llegó a éste descansó sobre mí mientras yo acariciaba su espalda con mis manos.

-          Te quiero –susurró en mi oído. Sonreí para besar su oreja, luego su mejilla y tras varios besos llegar a su boca. Le besé cortamente.

-          Te quiero –le dije. Miró a mis ojos y le volví a besar.


El pequeño golpeteo de algo en lo que parecía ser un cristal hizo que abriese mis ojos algo molesta. Miré a la procedencia del sonido y se debía al choque de pequeñas bolas de hielo contra la ventana de la habitación, que por cierto, no era la mía. Giré mi cabeza buscándole para encontrarme con su fija mirada en mí y una leve sonrisa dibujada en su cara.

-          ¿Qué tal has dormido preciosa? –preguntó acercándose a mi boca para depositar un suave beso en mis labios.

-          ¿Qué hacías? –pregunté divertida.

-          Mirarte –dijo acariciando su nariz sobre la mía. Sonreí y alcé mis brazos estirados por detrás de su cabeza. Volví a besarle.

-          ¿Qué hora es? –pregunté. No podía guiarme por la luz del sol ya que no había. Hubiese dicho que eran las nueve de la tarde pero por supuesto, no era esa hora.

-          Las cuatro y media, debes tener hambre, voy a bajar a preparar algo –dijo alejándose un poco pero mis brazos se lo impidieron junto a un pequeño quejido que salió de mi garganta.

-          No hace falta –dije para besarle y él sonrió volviéndose a tumbar en la cama y abrazando mi cintura.- ¿A qué hora vienen tu madre y hermana?

-          Tarde, no te preocupes –contestó para besar mis labios ahora él.

Después de una media hora jugando con él entre las sábanas decidió bajar a preparar algo mientras yo me duchaba y vestía. Me dejó unos pantalones suyos de chándal bastante anchos y una camiseta que le quedaba pequeña. Me reí al verme en el espejo del baño y bajé a la cocina.

-          Espero que me estés preparando sushi –dije muy seria sentándome en la encimera  de la cocina.

-          ¿Sushi? No sé hacer sushi –dijo dirigiendo su vista a los sándwiches que había hecho. Me reí y le acerqué hacia mí situándole entre mis piernas.

-          Mejor, odio el pescado crudo –susurré en sus labios.

-          Aprendería a hacerlo si te gustase –dijo y no pude evitar sonreír mientras juntaba sus labios con los míos.- ¿Sabes? Con esa ropa están tan… -me separé de él y le pegué en el hombro para después reírme.

-          Me queda perfecta no mientas –le dije y se rió.

-          Eso es lo que iba a decir, no me dejas terminar las frases –contestó atrayéndome hacia él.

-          Quita –le separé de mí. Me miró expectante.- Tengo hambre –le dije bajando de la encimera.

Nos sentamos en el sillón de la sala de estar para comer algo mientras veíamos la televisión un rato.

Se me hizo tarde y regresé a casa. Después de unas cuantas preguntas de mi padre acerca de que había vuelto muy tarde y de que la ropa que llevaba era de chico a lo que le expliqué que nos quedamos en casa de Harry todos y no tenía nada más, subí a mi habitación.

-          _____, Angela al teléfono –dijo mi padre abriendo la puerta de mi cuarto.

-          Vale, gracias papi –dijo un par de cosas a Angela antes de pasármela. Por alguna razón extraña se llevaba genial con ella, confiaba más en ella que en mí aunque eso me daba ventaja a la hora de nuestras salidas.

-          ¿An?

-          ¡Hola amiga! –dijo emocionada al otro lado del aparato.

-          ¿Qué pasa?

-          ¿Cómo que qué pasa? –esperé a que se explicase.- Mañana tenemos que quedar para comprar y ver que nos vamos a llevar por supuesto, ya que hoy la señorita ha estado muy ocupada haciendo cosas de las que necesito detalles urgentemente con su novio. –Me reí.

-          Tú nunca me das detalles –la reproché.

-          ¿Quieres detalles sobre mi vida sexual con tu primo?

-          ¡NO! –chillé a través del teléfono.

-          Pues eso –se rió. Suspiré.

-          ¿Y para qué tenemos que ir de comprar y qué hay que preparar?

-          ¿Hola? Cariño, pasado mañana nos vamos a Irlanda, vas a estar ocho noches seguidas con Zayn, ¿me estás diciendo que tienes ropa interior preciosa y sexy para esas ocho noches?

-          Por dios Angela –la dije poniendo mis ojos en blanco. Había olvidado totalmente que iríamos a Irlanda en tan poco tiempo.- Dios, aún no he hablado con mi padre sobre ello.

-          ¿Sobre tu ropa interior?

-          Sobre que me voy a Irlanda más de una semana con mi novio y mis amigos dementes, y por supuesto que los padres de Niall no estarán.

-          ¡Ah! Eso ya lo he hablado yo con él –casi se me desencaja la boca.

-          Dice que no hay problema mientras que vuelvas sana y salva. Bueno, también le he dicho que yo dormiría en la misma habitación que tú y que ya que soy un año más mayor iba a cuidar de ti.

-          ¿No ha puesto pegas?

-          Bueno, me ha dicho que si te veo acercarte de más a Zayn o él a ti, que le de una bofetada, pero por lo demás todo bien.

-          Genial, mi padre es idiota –dije.

-          Bueno, mañana a las nueve y media me paso por tu casa y vamos de compras.

-          ¿A las nueve y media de la mañana?

-          No cielo, mañana voy a pedir que nos abran las tiendas por la noche para nosotras.

-          Ya son dos idiotas con los que hablo –dije y ella se rió.

-          Recuerda, a las nueve y media, ¡no te duermas! –dijo y me colgó. Solté un suspiró y me dejé caer sobre la cama.


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Espero que os haya gustado preciosas <3